EL MUEBLE DE TORROELLA EN EL SIGLO XVIII

Canterano o secreter de Torroella, siglo XVIII
El mueble de Torroella de Montgrí en el siglo XVIII
Contexto histórico y social
Durante el siglo XVIII, Torroella de Montgrí vivió una etapa de recuperación económica y consolidación de la burguesía rural. Esta transformación se reflejó en la arquitectura doméstica y, de forma destacada, en el mobiliario. Las casas señoriales y las residencias acomodadas del Empordà adoptaron formas decorativas refinadas, a medio camino entre la tradición popular y las corrientes estilísticas procedentes de Francia y el interior de Cataluña.
Rasgos estilísticos generales
El mobiliario de Torroella presenta un lenguaje decorativo sobrio pero elegante. Su diseño equilibra la funcionalidad propia del ámbito rural con una ornamentación contenida que alude al barroco tardío y al rococó. Predominan las líneas rectas suavizadas por molduras, marquetería de tipo geométrico o vegetal y detalles realizados en boj o bronce.
Técnicas y materiales
Los muebles eran fabricados mayoritariamente con maderas locales, especialmente nogal, olmo y, en algunos componentes interiores, álamo o chopo. El uso del boj era habitual para piezas ornamentales como escudos, rosetones, filetes decorativos y tiradores.
En cuanto a técnicas constructivas, se empleaban ensamblajes tradicionales como colas de milano, refuerzos en espiga y estructuras macizas de gran durabilidad. La marquetería, si bien más discreta que en zonas urbanas, se aplicaba con habilidad en puertas, tapas de escritorios y frentes de cajones.
Tipologías principales
Escritorios (escriptoris): Piezas voluminosas con tapa abatible, compartimentos internos, cajoneras y decoraciones finas en boj. Se destinaban a tareas administrativas y escritura.
Cómodas y aparadores: De estructura robusta, solían contar con dos o tres cajones de gran capacidad, rematados por molduras talladas y tiradores ornamentales.
Armarios guarda-roba: De gran tamaño, usados para almacenamiento de ropa y utensilios, presentaban puertas con plafones decorados, herrajes de hierro forjado y patas robustas.
Mesas y bancos: Más sobrios, pensados para el uso cotidiano, aunque en las casas de mayores recursos se añadían detalles decorativos en los pies y tableros.
Influencias estilísticas
La cercanía de Torroella al Rosellón y al sur de Francia facilitó la llegada de formas decorativas propias del rococó rural. Estas se adaptaron a un contexto más contenido y funcional, lo que dio lugar a un estilo propio: elegante, con cierto refinamiento, pero sin renunciar a la practicidad. Las influencias catalanas urbanas, especialmente de Barcelona, también se reflejan en la organización estructural de ciertos muebles.
Función social del mueble
El mueble en Torroella no era sólo un elemento funcional. Reflejaba el estatus del propietario, especialmente en las casas burguesas o de pequeños propietarios agrícolas con medios. Las piezas eran encargadas a artesanos locales, a menudo mediante talleres familiares que mantenían patrones tradicionales heredados.
Valor patrimonial
Hoy en día, el mueble de Torroella del siglo XVIII se considera una manifestación distintiva del mobiliario empordanés. Representa un equilibrio entre tradición y refinamiento, con una fuerte raíz local. Su conservación y estudio es fundamental para entender el desarrollo material y cultural de las comunidades rurales catalanas en la Edad Moderna.